jueves, 21 de julio de 2011

Marcha Charra: Cuaderno de bitácora. Día 4.




Hoy nos hemos levantado a las 6:30, ya que se aprobó en la reunión de la pasada noche retrasar la hora de partida, al ser la de hoy una etapa corta. En esta reunión se trataron los problemas de la jornada pasada y se organizó minuciosamente la de hoy, por lo que la caminata ha transcurrido sin problemas.

Tras el desayuno, sobre las 8:00, y mientras los caminantes iniciaban el trayecto, los integrantes de las Unidades de Logística y Escoba recogían las tiendas y demás enseres del grupo, para dejar el acogedor paraje que nos había servido de campamento en perfectas condiciones.

Al terminar esta tarea, la Unidad de Transporte I se ha encargado de preparar la llegada a San Pedro del Arroyo, buscando lugares para la Asamblea, dormir y reunirnos durante la tarde, así como de difundir información sobre nuestra llegada y nuestros objetivos. La Unidad de Transporte II ha informado en los pueblos de paso y la Unidad Escoba se ha adelantado a los marchantes para asegurar la ruta y evitar retrasos innecesarios. Tras comprobar que podían seguir por el camino trazado sin problemas, dar las explicaciones pertinentes y reponer de alimento y bebida las mochilas de nuestros compañeros, ha partido hacia Ávila para realizar las compras del día y reunirse con el grupo de Marcha abulense, quedando la Unidad de Transporte II como Unidad Escoba.

Para los caminantes ha sido una etapa breve, teniendo en cuenta cómo fueron las anteriores. Ésta ha sido de unos 14 kilómetros, en terreno bastante llano y, aunque el día fue caluroso, lo soportamos bien.

Llegamos a destino sobre las 14:00 y tras la comida nos reunimos con algunos vecinos en el bar, creándose un debate espontáneo sobre economía muy interesante. A las 20:00 llegó el turno para una nueva desilusión, ya que se acercó gente hasta la plaza, pero ninguna persona se animó a unirse a nosotros. La extraña actitud de los vecinos de San Pedro del Arroyo consistió en echar un vistazo al grupo, esperar unos minutos y, suponemos que por no haber nadie aún, dar media vuelta y volver a desaparecer. Tras invitar a varios viandantes a tomar parte de la Asamblea y no obtener resultados positivos, la Asamblea se suspendió y pasamos a realizar un pequeño concierto para intentar atraer a la gente. Tras la actuación, cenamos y nos instalamos en un frontón semicubierto para pasar la noche.


Por lo visto, los grandes pueblos no brindan la acogida que esperamos de la gente.

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