domingo, 24 de febrero de 2013

Manifestación con motivo de la violencia policial del 23 F


URGENTE, MÁXIMA DIFUSIÓN:

Ante la brutalidad policial desplegada en Madrid ayer 23 de febrero, al término de la manifestación de las mareas.

Policías encapuchados (secretas) y antidis
turbios arremetieron arbitrariamente contra manifestantes, prensa y simples transeuntes, al término de la manifestación, a partir de las 9 de la noche, entre Atocha y Lavapies, impidiendo en muchos casos la grabación de sus agresiones.


Por ello #acampadasalamanca convoca una concentración hoy, Domingo 24 a las 19:00 en la plaza del 15M, antes conocida como Plaza de la Constitución.


COMUNICADO:



Ante la brutalidad policial desplegada en Madrid ayer 23 de febrero, al término de la manifestación de las mareas.

Policías encapuchados (secretas) y antidisturbios arremetieron arbitrariamente contra manifestantes, prensa y simples transeúntes, al término de la manifestación, a partir de las 9 de la noche, entre Atocha y Lavapiés, impidiendo en muchos casos la grabación de sus agresiones.

La estrategia del Gobierno es clara. Al tiempo que se alaba a los buenos manifestantes de las mareas (así lo hace la Subdelegada en la tele poco después de terminar la manifestación), manda a sus policías golpear y detener a los malos, que precisamente se encuentran allí donde ya está la policía de antemano (zona de Atocha), por lo que parece que además de malos son tontos.

Encapuchados tiran piedras a la policía, la gente les increpa, y resulta que luego los encapuchados son secretas que detienen a varios manifestantes no encapuchados, sin más criterio que tenerlos a mano.

Los buenos ciudadanos ven con horror estas muestras de violencia, creen que estas cosas afean la manifestación pacífica que ha terminado, que los violentos solo buscan bronca y que está bien que la policía les ponga en su lugar.

Pero quizá estos buenos ciudadanos, quizá bien intencionados, no saben que esta violencia se ha fabricado por la propia policía mediante infiltrados y secretas, unos encapuchados, otros no, que persiguen a los grupos que ellos identifican como revoltosos, los golpean y los detienen, sencillamente porque saben que actuando así nos dividirán, nos enfrentarán, saben que así menos buenos ciudadanos saldrán a la calle, saben que así se reprimen mejor las protestas, extienden el miedo y usan nuestra propia fuerza contra nosotros.

Nada hay de malo en asistir a manifestaciones que ocurren de una forma masiva, calmada, familiar, incluso divertida, que quizá esté a mano de quienes al día siguiente tengan la suerte de tener que ir a trabajar para dar de comer a su familia, pagar su hipoteca, o simplemente, quizá sean personas que todavía puedan pagarse el seguir esperando una solución, un futuro, una esperanza, que todavía puedan aguantar ... ¿cuánto tiempo más?.

Pero esto no debe significar que la manifestación del descontento deba tener horario, ni que debamos estar más predispuestos a criminalizar la “violencia” de los manifestantes que la de los policías. Al fin y al cabo, nuestra experiencia en manifestaciones así como la pura lógica invita a pensar que los que se camuflan entre una masa para ejercer fiolencia es la propia UIP, que vienen uniformados y sin identificar, que llevan casco escudo y porra y que tienen un curriculum vitae enfocado para ejercer violencia.

No podemos permitir que criminalicen la protesta; violencia no la provoca quienes se revuelven contra la falta de esperanza, quienes buscan su futuro incluso a dentelladas, quienes no ven otra forma de arrancar a su vida una pizca de justicia. Exijimos respeto para todos los que protestan; para quienes quizá no les queda otra salida. Su frente, nuestro frente es el mismo, son ellos, quienes nos explotan, quienes nos usan, quienes nos engañan, quienes nos violentan diariamente para su beneficio, para su cuenta de eternos parásitos de lo ajeno.

Al final podremos con ellos, los expulsaremos de nuestras vidas, pronto serán pasado, pero mientras tanto luchemos juntos, cada uno donde encuentre su forma de ser, de sentir, de vivir, no podemos luchar por la libertad imponiendo a los demás nuestro criterio, apoyémonos unos en otros, sin imposiciones, con respeto y ayuda mutua, solo así estaremos a la altura del reto del tiempo que nos ha tocado vivir.

No podemos dejarnos engañar, tratan de dividirnos y enfrentarnos entre nosotros. Son mala gente y deben caer, esa es nuestra lucha.